El barrio Prado de Medellín nació en 1926 como el primer sector residencial planificado de la ciudad, impulsado por el urbanista Ricardo Olano para albergar a la élite antioqueña en un entorno inspirado en los barrios jardín europeos. Sus amplias avenidas, casas señoriales y estilos arquitectónicos como el neoclásico y el art déco lo convirtieron en símbolo de progreso y refinamiento durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, con el traslado de las familias adineradas hacia zonas como El Poblado y Laureles, Prado sufrió un progresivo deterioro urbano y social. Aun así,por su riqueza patrimonial (más de 260 inmuebles conservados) fue declarado Sector de Interés Cultural y hoy busca revitalizarse como un distrito creativo y cultural que rescate su valor histórico y su identidad arquitectónica en el corazón de Medellín.